HLB. La experiencia brasileña

EEAOC- 22/06/2016

Disertación
JULIANO AYRES EN TUCUMÁN

Tal lo previsto, tuvo lugar en la sede de la Sociedad Rural de Tucumán la disertación de Juliano Ayres, Gerente Científico de la Fundación para la Defensa de la Citricultura (Fundecitrus), sita en Araracuara -estado de San Pablo- corazón de esta actividad en Brasil. Especialmente convocado por la EEAOC –que sostiene con la mencionada fundación una estrecha relación de intercambio- y con el apoyo de la Asociación Tucumana del Citrus, Afinoa y la Sociedad Rural de Tucumán, el Dr. Ayres,  tras un homenaje al recientemente fallecido Dr. Joseph Bové -destacado científico y responsable en gran medida del conocimiento disponible hoy sobre la enfermedad- desarrolló ante una selecta concurrencia un pormenorizado examen de la experiencia y la situación actual de la citricultura del vecino país respecto del manejo del HLB, la enfermedad más grave en la historia de la citricultura. Sintetizamos aquí los conceptos más salientes de un mensaje que tuvo por objeto alertar a los productores tucumanos acerca de la importancia de actuar a tiempo ante la amenaza que significa el ingreso de la infección en nuestras quintas.

En Brasil hubo que comenzar a actuar con la epidemia ya en desarrollo. Eso significó una pérdida muy importante, tanto en la producción como en la calidad de la fruta. 35.000.000 de árboles fueron erradicados hasta ahora en los casi 12 años desde el ingreso de la enfermedad (la cantidad total de plantas en Tucumán ronda los 10.000.000). Luego de más de una década de intenso y efectivo trabajo y a pesar del mismo, el 17% de las plantaciones poseen algún grado de infección. Los gastos de las prácticas obligadas para el manejo han incrementado los costos de producción en un promedio del 30%. Las acciones deben encararse para el corto y largo plazo. En el corto, la única alternativa es el manejo integral de las plantaciones. En el largo, la solución podría llegar a través de la biotecnología mediante la obtención de variedades resistentes, repelentes del insecto vector, uso de antibióticos, etc. La investigación juega aquí un rol preponderante.

El manejo debe ser integral y principalmente, a nivel regional; las acciones parciales o individuales están destinadas al fracaso. Ese manejo incluye, básicamente: monitoreo permanente -de la presencia del vector y de síntomas de la enfermedad- insustituible entre las prácticas de prevención; erradicación de plantas enfermas; control del vector; producción protegida de plantas nuevas; control del tráfico de material cítrico; rediseño de las plantaciones (ese rediseño incluye, por ejemplo, borduras con orientación que faciliten las aplicaciones semanales de insecticidas). Las explotaciones grandes son en principio menos vulnerables que las pequeñas; las acciones de prevención y de manejo deben ser colectivas, organizadas, sistemáticas y permanentes.

Ayres hizo hincapié en las ventajas y desventajas de la situación observable en Tucumán. Entre las ventajas destaca el hecho de que hoy hay conocimiento disponible antes del ingreso de la enfermedad. Entre las desventajas, el hecho de que nuestra provincia, por su fuerte perfil industrial y al ser gran exportadora de aceite esencial y jugo concentrado (Brasil es preponderantemente productor de jugos), vería limitadas las posibilidades de control químico por los residuos de pesticidas. Por otro lado, y a diferencia de lo que ocurre con otras especies, los síntomas en limón son fácilmente confundibles con los de carencias nutricionales y complican las tareas de monitoreo. Tras insistir en que la prevención es hoy lo principal para Tucumán, el científico destacó especialmente la importancia de cuatro aspectos a tener en cuenta:

– Capacitación, tanto de productores cuanto de técnicos.
– Concientización y difusión
– Limitación de la circulación de material cítrico
– Fortalecimiento de la investigación y el intercambio permanente de información con países que enfrentan este flagelo.