Los cultivos de soja en Tucumán atraviesan una crítica situación, debido a la falta de lluvias

Las condiciones se agravan a raíz de las altas temperaturas que se están registrando. Cabe esperar a futuro que se manifiesten algunas enfermedades.

Los cultivos de soja en Tucumán se encuentran atravesando un momento crítico, debido a la falta de precipitaciones. La situación lleva alrededor de tres semanas; las últimas lluvias importantes se registraron a mediados del mes pasado, y las leves lloviznas del martes no resultaron de importancia, salvo para disminuir las temperaturas.

“A la falta de precipitaciones se suman las altas temperaturas, que ocasionan una elevada evapotranspiración, justamente durante el período de mayor demanda hídrica del cultivo”, explicó Fernando Ledesma, técnico del Programa Granos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).

Durante la etapa de mayor requerimiento de agua se encuentran todas las sojas implantadas en nuestra región -ciclos cortos y largos, de siembras tempranas y tardías-. “Durante este momento crítico, que comienza en el período fenológico de R4 y extiende durante R5 y R6, se forman las vainas, se definen las semillas y estas crecen en tamaño y peso. Necesitan una gran cantidad de agua, para alcanzar todo el potencial de rendimiento”, añadió el experto. De allí que resulte imprescindible que el perfil del suelo cuente con agua, y que las temperaturas no resulten tan elevadas, para evitar que el cultivo se estrese y se retrasen procesos fisiológicos fundamentales en el crecimiento y desarrollo.

Estrés hídrico

El pronóstico para los próximos días muestra que aún no se darán lluvias importantes, por lo cual la soja se seguirá afectando. “En varios lotes se observa pérdida de hojas bajeras y de cabeceras, con síntomas de estrés hídrico más que importante”, contó Ledesma.

El técnico señaló que si bien aún no se pueden cuantificar las consecuencias, resulta probable que la situación disminuya los rendimientos. “La intensidad de esto dependerá de distintos factores, como ser acumulación de agua de los lotes, cobertura, cultivos de servicio, barbechos oportunos, malezas previas, fechas de siembra, entre otros”, precisó.

Y añadió que en mejor situación se encuentran los lotes que tuvieron antecesores de gramíneas, o algún cultivo de servicio; y aquellos en los cuales se realizó el control de malezas en los momentos claves para su manejo.

Situación sanitaria

En cuanto al aspecto sanitario, Ledesma contó que detectaron la presencia de diferentes enfermedades del cultivo, que afectan hojas tallos y raíces; entre otras, mancha marrón, mancha anillada, esclerotinia, fusarium, y roya de la soja. “Detectamos esta última de manera muy anticipada, respecto de campañas anteriores, lo cual generó mucha preocupación a raíz de las perspectivas de su crecimiento. Pero su avance, y el de las demás enfermedades, está frenado debido a la falta de humedad”, precisó. Avisó, sin embargo, que a futuro cabe esperar que se manifiesten enfermedades como Macrophomina, la cual se vincula con períodos de estrés. “Algunos productores realizaron aplicaciones de fungicidas para roya y para enfermedades foliares, pero luego se frenaron debido a las condiciones ambientales reinantes”, agregó.

Plagas

Según señaló, el clima también hizo decrecer la presión de orugas, de picudos y de chinches; principalmente en lo que a picudos (baja emergencia) y a chinches se refiere. “La presencia de orugas desfoliadoras en soja RR1 está bajando, luego de un pico importante que se había registrado hace un par de semanas. Respecto del complejo de Spodopteras, se detectó su presencia en vainas en sojas Bt (Intactas), por lo que sería conveniente seguirlo. Y se observaron arañuelas y trips, plagas que se presentan en períodos secos”, dijo.

A seguir vigilando

Ledesma concluyó en que sólo resta esperar las lluvias generalizadas, que acompañen hasta el final del ciclo para que los cultivos recuperen parte de su potencial. Cabe recordar que muchos lotes aún están en el inicio del llenado de granos y necesitarán aportes hídricos hasta el mes que viene. “La situación es difícil. Esperemos que llueva bien, suficiente y sin daños. Y los productores deben seguir vigilando el cultivo de granos en general, para hacer lo que haga falta y para defender la cosecha de la mejor manera posible”, finalizó.

Inclemencias: “Debemos esperar caídas en los rindes, tanto en soja como en maíz”

La escasez de precipitaciones resulta cosa seria para la actual campaña de granos. Según precisó el productor y asesor tucumano Ángel Romano, hace no menos de 10 días que los suelos ya consumieron su almacenamiento de agua. “En términos generales; la sequía golpea justo en la etapa crítica del cultivo”, indicó al suplemento Rural.
Precisamente, Romano señaló que desde hace una decena de días que se vienen perdiendo kilos, tanto en lo que respeta a la soja como al maíz. “Cuántos kilos se pierdan finalmente dependerá de cuánto más dure la falta de lluvias”, subrayó. Afirmó, además, que las precipitaciones que se registraron entre la noche del martes y la madrugada del miércoles no significan una gran ayuda, en medio de la grave situación que están atravesando los granos. “Para que se entienda, los cultivos de la soja pierden por evapotranspiración aproximadamente 7 mm por día; por tanto, una lluvia de 15 mm, en el mejor de los casos -es decir, suponiendo que se llegue a una precipitación efectiva del 100%-, cubre apenas dos días. Entonces, esas lluvias fueron apenas paliativo más urbano que agromómico”, consideró Romano. El productor afirmó que la pérdida en los rendimientos, que ya se está produciendo, sólo disminuirá un poco si se cumplen los pronósticos de lluvia para las próximas jornadas. “Ya tenemos que esperar caídas en los rindes de la mayoría de los cultivos en estados intermedios, tanto en lo que respeta a la soja como al maíz”, lamentó Romano.

Fuente: EEAOC, publicado en la La Gaceta