Manejo de malezas. Campana granos 2014/15

PREOCUPAN HOY LOS BARBECHOS

La eficiencia de control de malezas en el barbecho químico tiene incidencia en el manejo del cultivo y en las infestaciones futuras de las especies que toleran o resisten al glifosato; ante resultados desfavorables, los  rebrotes afectarán con su competencia temprana a los cultivos de soja o maíz, serán difíciles de controlar en post-emergencia y  generarán  las semillas que mantendrán el problema en la próxima campaña.

Los estudios de costos para esta campaña estiman estrechos márgenes de utilidad y pueden verse muy afectados según los herbicidas que se empleen, o por la disminución de los rendimientos debido a la competencia de  malezas; por ese motivo, su manejo debe ser cuidadosamente analizado.

En Tucumán, las lluvias  acontecidas desde el mes de octubre han sido suficientes para el inicio de los primeros pulsos de germinación de las malezas estivales y mantuvieron, con su frecuencia, la humedad en la superficie del suelo. En tales condiciones, esas especies superaron la difícil etapa de su crecimiento inicial y su estado de desarrollo debe ser tenido en cuenta para decidir el tipo de barbecho químico que se deberá realizar.

A diferencia de la campaña pasada, el otoño húmedo permitió la siembra de algunos cultivos invernales y estimuló la realización de barbechos químicos tempranos. Actualmente, el verde de los campos  en gran medida se debe a las especies perennes (Santa Lucía, Trichloris, malva) y  a diversas especies de tipo estival, dentro de las cuales se deben destacar a los biotipos resistentes a glifosato de especies gramíneas (Sorgo de Alepo, Echinochloa colona, Eleusine indica y Urochloa panicoides) y  ataco (Amaranthus palmeri); a éstas pueden sumarse algunas especies invernales como cardos y rama negra.

Ante esa diversidad resulta fundamental el monitoreo de los lotes para establecer la fórmula herbicida a utilizar. En general la mezcla de glifosato + 2,4-D, útil para controlar gran parte de la comunidad de malezas, debe ser acompañada por otros productos orientados al manejo de las malezas tolerantes y resistentes, cuyo conocimiento resulta fundamental.

En este sentido, según la especie problema y la fecha de siembra, es posible que se requiera la realización de dos tratamientos de barbecho químico distantes entre sí, o separados una semana  (doble golpe).  Ello indica que ante la proliferación de especies tolerantes y biotipos resistentes esta operación ha dejado de ser sencilla  y  es necesario pensar cuál es la estrategia de mayor rentabilidad, donde también debe considerarse el  empleo de herbicidas residuales para prevenir nuevas emergencias.

En el manejo de las especies tolerantes tiene mucha influencia la calidad de la aplicación y el tipo de glifosato empleado. En caso de Chloris y Trichloris, el uso de formulaciones premium puede mejorar la eficiencia de los tratamientos, siempre teniendo en cuenta que las dosis para su control deben ser altas”, dice el profesional.

Otras consideraciones:

  •  Los herbicidas saflufenacil (Heat) y fluroxipir han demostrado ser  buenos complementos para el manejo de malva y verdolaga, a lo que se agrega el control de ataco y rama negra para el primero.
  •  Las gramíneas resistentes ya nacidas requieren  controles particulares de acuerdo a su tamaño; cuando pequeñas (antes de macollaje) pueden ser controladas con imazetapir o paraquat, pero cuando son más grandes, se requiere del empleo de gramicidas Fop o Dim en doble golpe, aplicando éstos primero para, luego de una semana, completar el control con glifosato + 2,4-D.
    Esto debe hacerse si se sembrará soja, ya que el uso de graminicidas previo a la siembra de maíz no está recomendado”
  • El paraquat es el herbicida más utilizado para  “quemar” en doble golpe antes de la siembra a las malezas no controladas por el glifosato (gramíneas, Borreria, Gomphrena), permitiendo un inicio simultaneo de la emergencia del cultivo y el rebrote de estas especies, las cuales deberán ser controladas nuevamente dentro del cultivo.
  •  En el caso de sorgo de Alepo resistente a glifosato, es recomendable identificar las matas luego de realizar el barbecho con ese herbicida, a fin de  controlarlas con machoneos manuales utilizando  imazapir.
  • Los herbicidas residuales difieren en sus espectros de control y, para completarlo, se aconseja la mezcla de dos de ellos con diferentes modos de acción. Todos ellos se activan cuando son incorporados al suelo con una lluvia, por lo que las malezas ya emergidas no son controladas, a excepción del imazetapir o el flumioxazin, que tienen efectos sobre plantas pequeñas de algunas especies. Estos dos herbicidas, junto con diclosulam, sulfentrazone, metolacloro, acetoclor, y atrazina,  son los productos utilizados con mayor frecuencia para el manejo preventivo en los barbechos, debiéndose tener en cuenta  su selectividad con los cultivos de soja o maíz, así como su especificidad con el biotipo resistente que se busque controlar.

Si bien los herbicidas post-emergentes selectivos con el cultivo son muy eficientes con las plantas nuevas, no necesariamente los son con los rebrotes. Es por ello que el barbecho químico constituye una etapa crítica para la implantación correcta y el posterior desarrollo del cultivo. Resulta  fundamental  asegurar que el cultivo nazca limpio y permanezca en esa condición, algo que puede lograrse planificando los manejos de acuerdo a las problemáticas particulares y realizando un seguimiento de cada lote.