Fertilización en Caña de Azúcar

Fertilización nitrogenada

Es importante fertilizar en época, aún con suelos secos. La mayor efectividad de fertilización de cañas socas en secano se registra desde octubre hasta mediados de noviembre. Cuando se dispone de riego, este período puede adelantarse entre 15 y 20 días. En caña planta se hace a fines de noviembre.
Atrasos en la fertilización nitrogenada derivan en menores beneficios en la producción de caña y también de azúcar. Dosis mayores a las óptimas implican un gasto que no se recuperará.

Elección de la dosis
Se recomienda fertilizar en caña planta utilizando una media dosis de N equivalente a 45 a 60 Kg de N/ha (1,5 a 2 Kg de urea/surco), lo que permitirá, al menos, mejorar la calidad de la nueva cepa.
Para las cañas socas que presentan una respuesta segura y elevada se seleccionan dosis de N más adecuadas, considerando la fertilidad del suelo y producción de caña esperada. Las dosis recomendadas son entre 72 y 115 Kg de N/ha.

Recomendaciones para la aplicación
La alternativa más efectiva es la de incorporar el fertilizante sólido al lado de la cepa, a unos 10 a 15 centímetros de profundidad. Si no es posible incorporarlo, conviene aplicarlo manualmente a un lado de la cepa sobre el suelo seco y debajo del follaje. Los beneficios de la fertilización serán mayores en cañaverales limpios y sin malezas.

Fuentes de nitrógeno
El fertilizante más usado es la urea (46% de N). En condiciones hídricas adecuadas, estará disponible para la caña a partir de los 5-10 días de la aplicación, alcanzando su máxima disponibilidad a partir de los 15 días.
El UAN puro es una solución que contiene un 32% de N en tres formas: N nítrico (NO3-), disponible inmediatamente (8%); N amoniacal (NH4+), disponible entre una y dos semanas (8%); y N ureico (NH2CONH2), disponible entre una y tres semanas (16%).

Biofertilizantes
Biofertilizantes: son extractos de lombricompuestos que además tienen microorganismos aeróbicos, mesófilas, celulolíticos, amonificadores, nitrificadores,  hongos y levaduras. Constituyen una alternativa para complementar y abaratar la fertilización nitrogenada tradicional, con efectos comprobados y recomendaciones ajustadas.
Los biofertilizantes probados y recomendados por EEAOC son NutriBacter y NutriZur.
Los resultados de los últimos años permiten señalar las siguientes recomendaciones:
•     La dosis recomendada para estos biofertilizantes es de 10 litros/ha, complementando una aplicación de media dosis de Urea.
•    Aplicar 10 a 20 días después de aplicar la urea, pulverizando el follaje cuando éste no muestre síntomas de estrés, especialmente hídrico.
•    Se debe corregir el pH del agua a valores entre 5,5-6,0, sobre todo en aguas provenientes de pozos con alto contenido de sales.
•    Evitar incrementar la dosis recomendada; igualmente, se recomienda no aplicar conjuntamente con herbicidas, ya que se afecta el rendimiento del cañaveral.

Bioestimulantes
Son extractos de algas y otros vegetales compuestos por aminoácidos, polisacáridos, hormonas, micronutrientes, péptidos y ácidos húmicos. No son fertilizantes. Se absorben y se utilizan en forma inmediata y  se indican para ayudar a las plantas a recuperarse de una situación de estrés.
Los bioestimulantes probados y recomendados por EEAOC son Fertimar y Fertimar NPK.
Las recomendaciones en base a los resultados obtenidos son las siguientes:
•    Dosis recomendadas: 1Kg/ha de Fertimar  y 2 lts/ha de  Fertimar NPK.
•    La aplicación puede realizarse antes o después de la aplicación de urea.
•    Pulverizar cuando el follaje tenga un desarrollo normal.
•    No aplicar simultáneamente con herbicidas.

Fertilización fosfórica
Es de gran importancia realizar un análisis de suelo previo. Con valores de más de 25 ppm de fósforo obtenido en el análisis de suelos, no es recomendable fertilizar. Cuando el suelo tiene entre 13 y 25 ppm, la dosis recomendable es de 20 kg de P2O5 por hectárea y por año. Con valores menores a 13 ppm, es de 30 a 35 P2O5/ha/año.
Existen otras fuentes de fósforo en el mercado, por lo que conviene referir el valor a kg de P2O5/ha para comparar entre los diversos productos comerciales.

Fertilización potásica
En Tucumán, la fertilización potásica no es una práctica tradicional debido a la predominancia de la arcilla “illita” en nuestros suelos, que lo provee en cantidades generalmente suficientes. Sin embargo, en algunos suelos con texturas gruesas de la zona pedemontana los contenidos de potasio intercambiables pueden resultar críticos. En estos casos, previamente verificados con los análisis de suelo correspondientes, pueden observarse respuestas del cañaveral al aporte de potasio, como complemento de la fertilización nitrogenada.

La detección de suelos pobres en potasio en el área cañera de la provincia de Tucumán ha sido motivo del desarrollo de estudios para valorar la respuesta del cultivo al agregado de ese nutriente. Hoy se analiza como alternativa la utilización de vinaza con ese fin, por la significativa proporción de potasio contenida en dicho efluente.