El tupulo inicia su floración a partir de mediados de marzo, independientemente de su edad o camada a la que pertenezca. Los controles que se hagan hasta ese momento, tendrán un alto impacto en la reducción de su banco de semillas. Para lograr ese objetivo, no se debe descartar ninguna estrategia de control, sea manual,mecánica o química.

Las labranzas mecánicas son eficientes para el control en la trocha y limitan la competencia temprana que afecta la brotación de la caña. Pero son las plantas originadas en la línea del surco, durante los meses de octubre y noviembre, las que tienen mayores probabilidades de cubrir al cañaveral y de producir gran cantidad de semillas.

Cuando el follaje de la caña se ha cerrado, los nuevos individuos de tupulo (camadas tardías) sufren la falta de luz, ya que el cultivo absorbe gran parte de las longitudes de onda fotosintéticamente activas. En la Eeaoc, hemos demostrado que las “camadas tardías” no son importantes en cuanto a la producción de semillas, ni en la competencia con el cañaveral. Este concepto es aplicable a buenos cañaverales, siempre que no existan restricciones para su crecimiento durante enero y febrero. Por ello, hay que centrar la atención en las plantas que nacieron antes del cierre, las cuales, además, son las que provocan generalmente el vuelco de tallos y la consecuente pérdida de rendimiento en la cosecha.
Para el uso en pre-emergencia, solo disponemos actualmente del herbicida flumetsulam (2 l p.c./ha), que controla las emergencias durante 30 a 40 días y es recomendado especialmente para el manejo de cañas plantas. Otros herbicidas evaluados como residuales dieron controles no mayores a los 15 días.
En post-emergencia, y con capacidad para eliminar plantas de diferentes tamaños, solo recomendamos dos herbicidas: dicamba y fluroxipir. Ambos necesitan de su mezcla con atrazina como sinergizante, ya que individualmente ninguno de ellos tendrá un efecto sobre el tupulo similar al que producen cuando están combinados.
La mezcla de dicamba (0,5 l p.c./ha) + atrazina (2 l p.c./ha), tiene un amplio espectro de control de malezas de hoja ancha, logrando el máximo efecto sobre tupulo luego de 2 semanas desde la aplicación. Su limitante es que no debe utilizarse cuando se inicia la siembra de soja, ya que ésta es muy susceptible a sus vapores.
La mezcla de fluroxipir (0,5 l p.c./ha) + atrazina (2 l p.c./ha) es más específica para el control de tupulo, logrando su efecto en una semana. Además, es más segura en cuanto a su volatilidad y por tanto considerada más apta para ser usada a partir del mes de diciembreLos lotes donde se conoce la existencia del tupulo, deben ser tratados con esta última fórmula antes del cierre del cultivo. Luego, es aconsejable observar el desarrollo de las camadas tardías, para determinar la necesidad de su arrancado o macheteo manual, o eventualmente, de una aplicación aérea.
Se debe tener en claro que las infestaciones de tupulo serán cada año mayores si no se implementan prácticas de control eficientes, ante la conjunción de varios factores predisponentes para su crecimiento poblacional.