Campaña 20/21: décit hídrico, clave en la siembra del maíz

Aun con las lluvias que se dieron, las condiciones no resultan óptimas. En cuanto a la densidad, sugieren bajar variabilidad temporal y espacial.

A pesar de que durante esta semana empezaron a darse lluvias más que interesantes en muchas de las zonas productoras de grano de nuestra provincia y de la región, resulta necesario hacer hincapié en que las condiciones hídricas actuales no son las óptimas”, señaló Daniel Gamboa, coordinador del proyecto Trigo y Maíz de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc). El especialista comparó estas condiciones con las que se dieron durante la campaña anterior de maíz, que tuvo un buen desarrollo.

Lo que llovió hasta ahora, es muy poco y muy irregular, a diferencia a lo que sucedió el año pasado, cuando a esta altura ya teníamos acumulada agua y los barbechos se encontraban en buen estado”, remarcó. El técnico brindó algunas consideraciones tendientes a generar herramientas que puedan prever un posible escenario muy deficitario. “Es importante cuidar el agua para que el maíz la tome cuando la necesite. Se deben retirar todos los elementos que hacen que el suelo pierda agua, como por ejemplo, las malezas. Hay que tratar estas con los productos adecuados a tiempo para llegar con los lotes limpios a la siembra, y tratar de mantenerlos posterior a la siembra”, dijo. Plagas Aconsejó realizar un buen monitoreo de plagas iniciales. En especial, a tres de estas: 1- Dichelops furcatus, conocida como “Chinche de los cuernitos”. “Su importancia no es menor, debido a las pérdidas que ocasiona. Es necesario utilizar curasemillas específicos y acompañarla con una aplicación a tiempo en el momento en que se haga el monitoreo foliar, es una estrategia que da un buen resultado”, recomendó. 2– Spodoptera frugiperda, el “Gusano cogollero”. En este caso recomendó aplicar el insecticida antes de que la larva entre al cogollo, donde ya es más difícil tratar. Realizar una o dos aplicaciones si hacen falta en posemergencia. Es necesario hacer un monitoreo de modo intensivo, previo a la siembra; hay que identificar áreas enmalezadas que puedan actuar como reservorio. “Es indispensable controlar, fundamentalmente este año, que estamos con una situación de estrés, donde la recuperación es menor y los daños son muchos más severos”, subrayó. 3– Dalbulus maidis, la “Chicharrita”, tema en el cual los profesionales siempre están poniendo énfasis. “Hay que tener muy controlado todo el barbecho, tratar de utilizar híbridos tolerantes, controlar el maíz ‘guacho’, entre otras prácticas”, señaló. En cuanto a los criterios de densidad en un año con déficit hídrico, sostuvo que es importante tratar de bajar la variabilidad tanto espacial, como temporal. “Esto se hace sembrando un poco más lento, realizando mayor control; es importante verificar cómo se ha desparramado el rastrojo de la cosecha anterior, para sembrar a una profundidad pareja. Poner más énfasis en un buen control de la calidad de siembra y por supuesto contar con una buena semilla”, especificó Gamboa.