Cobertura del Taller de maíz y poroto de la EEAOC

Fuente EEAOC, publicado en la Gaceta 4 y 11 de octubre

El pasado 2 de octubre se llevó a cabo en la Sociedad Rural de Tucumán el Taller de Maíz y Poroto, organizado por el Programa Granos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC). Por primera vez, ambos cultivos fueron abordados en una misma jornada, que contó con una importante participación de productores, técnicos y representantes del sector. La apertura estuvo a cargo de Hernán Salas, Director Técnico de la Institución, quien aprovechó la oportunidad para anunciar a los nuevos coordinadores de los proyectos Soja, Trigo y Maíz y al Coordinador del Programa, Augusto Casmuz. Asimismo, se realizó un reconocimiento al Ing. Daniel Gamboa (Jubilado recientemente) y a la Ing. Victoria González (próxima a jubilarse) por su fructífera labor de investigación durante tantos años. Por otro lado, destacó y agradeció el acompañamiento de las empresas que apoyan a la institución a lo largo de todo el año, aun en campañas atravesadas por la crisis general, así como también el trabajo de quienes colaboraron en la organización del evento. La jornada se desarrolló durante la mañana y la tarde. La ptimera exposición estuvo a cargo del Ing. Martín Leal, de la Sección Agrometeorología de la EEAOC, quien presentó un análisis de las condiciones climáticas de la campaña

Condiciones Agrometeorológicas para el Cultivo de Granos en la Provincia de Tucumán – Campaña 2024-2025

Se analizaron las condiciones térmicas e hídricas que caracterizaron la última campaña de cultivo de granos en la provincia de Tucumán, a partir de datos proporcionados por la red de estaciones meteorológicas automáticas administrada por la Sección Agrometeorología de la EEAOC.

Las condiciones térmicas mostraron patrones muy similares en todas las localidades consideradas en el ámbito de la provincia y en zonas limítrofes. La temperatura máxima media se mantuvo dentro de los valores normales durante casi toda la campaña. La excepción fue el mes de febrero, cuando resultó significativamente superior al promedio histórico e incluso a los valores de enero, lo cual es inusual. La temperatura mínima media mostró una evolución similar, con un pico en febrero y valores cercanos a los normales en el resto de los meses de la campaña.

Se distinguió también  la ocurrencia de temperaturas máximas absolutas mensuales que estuvieron por encima de los 35 ºC entre octubre y marzo, superando los 40 ºC en febrero en toda la provincia.

En el aspecto hídrico, las precipitaciones acumuladas entre los meses de octubre y mayo presentaron una marcada variabilidad espacial. En el norte de la provincia los acumulados fueron deficitarios respecto de los valores normales, en el sur se aproximaron a los promedios históricos de cada localidad, mientras que en el extremo este los registros fueron superiores a lo normal.

En lo que respecta a la distribución temporal de las precipitaciones, el comportamiento fue similar en todas las localidades consideradas en este estudio. Octubre y noviembre presentaron lluvias por encima del promedio, generando buenas reservas al inicio de la campaña. Posteriormente, entre diciembre y febrero se registró un déficit importante, con acumulados muy por debajo de lo esperado para este período. A partir de marzo, las lluvias volvieron a valores normales e incluso los superaron en algunos casos hasta el cierre de la campaña.

 

Estimación de la superficie sembrada

 

Seguidamente, la Mg. Ing. Agr. Carmina Fandos, jefa de la Sección Sensores Remotos y SIG – EEAOC, presentó un análisis de secuencias maíz-soja, soja-soja y sus cultivos sucesores en Tucumán (campañas 2023/2024 y 2024/2025)

El maíz es un cultivo estratégico para la sustentabilidad del sistema de granos en el NOA. Sin embargo, la incertidumbre generada en el sector productivo por la severa problemática de Dalbulus maidis en la campaña 2023/2024, que afectó significativamente los rendimientos del maíz, planteó interrogantes sobre la siembra de este cultivo.

Esta situación se reflejó en la campaña 2024/2025, donde se constató un aumento en la superficie cultivada con soja, poroto y caña de azúcar, y una notable disminución en la superficie destinada al maíz.

Para analizar el impacto de estos cambios en la rotación de cultivos, se analizaron las campañas 2023/2024 y 2024/2025 en Tucumán para detectar y cuantificar la superficie con las secuencias soja-soja y maíz-soja, identificando el cultivo sucesor en cada caso.

La metodología empleada fue un análisis multitemporal de imágenes satelitales categorizadas con herramientas SIG. Se utilizaron las coberturas temáticas surgidas de las clasificaciones de soja, maíz, poroto y caña de azúcar.

El análisis del cultivo sucesor de la rotación maíz-soja indica un cambio importante entre las dos últimas campañas. La rotación dominante pasó de ser Maíz-Soja-Maíz, con el 71% en la campaña 2023/2024, a Maíz-Soja-Soja, que alcanzó el 44% en el ciclo 2024/2025.

El estudio del cultivo posterior en la secuencia soja-soja indica un notable incremento del monocultivo de soja (Soja-Soja-Soja), alcanzando el 59%, principalmente en el sur de la provincia. En contraste, el maíz como cultivo sucesor (Soja-Soja-Maíz) sufrió una fuerte caída, pasando del 31% al 11%.

En ambas secuencias se aprecia una mayor preferencia por el cultivo sucesor soja entre campañas, constatándose además un aumento en los porcentajes de barbecho u otro cultivo y poroto.

El marcado aumento en el monocultivo de soja entre campañas es una señal de alerta. La siembra continua de este cultivo puede generar problemas sistémicos como la acumulación de patógenos, el aumento de plagas, el desarrollo de malezas difíciles de controlar, etc.

 

Maíz y Poroto en el NOA, algunos números para decidir: rindes, gastos y rindes de indiferencia 2024/25. Perspectivas 2025/26

La ingeniera Daniela Pérez, Jefa de la Sección Economía y Estadísticas, presentó los resultados económicos y productivos de la campaña 2024/25 de maíz y poroto, junto con los resultados de la encuesta de maíz 2025 y algunas perspectivas para el ciclo agrícola 2025/26.

Durante la última campaña, los rendimientos promedio estimados para Tucumán fueron de 6,5 t/ha para maíz y 1,3 t/ha para poroto negro. Los gastos, que van desde el barbecho hasta la cosecha, para el maíz oscilaron alrededor de 489 USD/ha, con variaciones de -100 y +150 USD/ha. En poroto, estos gastos se ubicaron alrededor de 355 USD/ha y en mungo en 262 USD/ha.

Con estos niveles de gastos y los precios de los granos (desde el inicio de la cosecha hasta ahora), los rindes de indiferencia, es decir, los necesarios para cubrir los costos, se ubicaron muy cerca de los rendimientos promedios. La diferencia entre ambos rindes se volvió muy ajustada en campo propio, especialmente al incluir los gastos de administración y estructura. En la producción bajo arriendo, los resultados obtenidos fueron, en muchos casos, negativos.

De cara a la campaña 2025/26, el panorama se presenta más desafiante, ya que la perspectiva para los precios es poco alentadora. Además, los precios de los fertilizantes registran subas del 16% en urea y del 6% en superfosfato, hasta el momento, si bien en general los precios de herbicidas e insecticidas son inferiores a los de diciembre de 2024. En el caso del maíz, la necesidad de proteger el campo frente a la chicharrita puede implicar un gasto adicional del orden de 15 USD/ha para el manejo del maíz guacho y de 40 USD/ha para el control del vector.

Como consideración final, se destacó que la eficiencia en la gestión técnica y económica, especialmente en lo que hace al cuidado de la salud del suelo, será determinante para sostener la continuidad de estas producciones en el NOA.

Resultado del ensayo: impacto de las fechas de siembra y densidades sobre la productividad del maíz

El ingeniero Nicolás Carabajal, del Proyecto Trigo y Maíz, presentó los resultados de los ensayos realizados en la subestación experimental de Monte Redondo, donde se evaluó el impacto de tres fechas de siembra contrastantes y diferentes densidades de plantación sobre la productividad del cultivo de maíz.

El especialista abordó los fundamentos agronómicos para una correcta elección de la fecha de siembra, las estrategias y manejos asociados, y los riesgos y beneficios de cada alternativa. Además, analizó las condiciones agrometeorológicas del sitio, haciendo especial énfasis en el comportamiento del cultivo durante su período crítico en cada fecha evaluada.

Los resultados mostraron que la fecha de siembra óptima para esta campaña fue la correspondiente a comienzos de enero (04/01/25), cuando las condiciones ambientales fueron más favorables. En esa fecha se alcanzaron los mayores rendimientos, especialmente en las densidades más elevadas y en las parcelas con mayor nivel de fertilización nitrogenada.

Carabajal concluyó que las condiciones ambientales favorables durante el período crítico del cultivo fueron determinantes para lograr estos resultados, y que la interacción entre fecha de siembra, densidad y nutrición constituye una herramienta esencial para optimizar el rendimiento del maíz.

La chicharrita del maíz, Dalbulus maidis: un camino de aprendizaje

Técnicos de la Sección Zoología Agrícola expusieron sobre los resultados de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis, coordinada por la EEAOC, haciendo énfasis en la situación actual de este vector en la región del NOA. Otro tema abordado tuvo como foco brindar información sobre el aporte de la genética en relación con las etapas de mayor susceptibilidad del cultivo al patosistema del achaparramiento (CSS), transmitido por D. maidis.

Los técnicos comentaron que los datos arrojados por la Red Nacional de Monitoreo de D. maidis muestran un marcado descenso en los niveles de captura de este vector en trampas desde agosto hasta la actualidad, lo que resalta la importancia de las amplitudes térmicas como factor modulador de la supervivencia de la chicharrita. Resultará clave continuar con los relevamientos y concientizar sobre la importancia de evitar que la plaga encuentre maíz para iniciar su desarrollo y crecimiento poblacional.

Otro de los puntos centrales fue la fluctuación estacional de la infectividad de los adultos de D. maidis a Corn Stunt Spiroplasma (CSS). Se discutió cómo, en ciertas estaciones, la presencia y la capacidad de transmisión de CSS por parte de la chicharrita varían, lo que subraya la necesidad de contar con monitoreos regionalmente adaptados y temporalmente oportunos.

En cuanto al aporte de la genética, se contextualizó que durante esta campaña la ocurrencia de D. maidis hasta V4 fue prácticamente nula, siendo estas fases las más críticas frente a los daños ocasionados por el CSS. El incremento del vector comenzó a hacerse más notorio desde V6 en adelante, observándose mayores cantidades de adultos y ninfas en el híbrido sensible al CSS, en comparación con el tolerante. Se remarcó que las pérdidas de rendimiento en el material sensible fueron cercanas al 30% cuando no se controló a D. maidis, mientras que en el tolerante fueron del 15%. Además, el híbrido sensible evidenció reducciones del rendimiento del 8% cuando la plaga actuó en etapas avanzadas del cultivo (V8 en adelante).

Los técnicos coincidieron en que esta información es de gran utilidad para el sector, ya que permite definir y planificar con mayor precisión las estrategias vinculadas al manejo de D. maidis según el comportamiento del híbrido de maíz frente al CSS.

Finalmente, los especialistas destacaron que la información generada sobre la chicharrita del maíz, Dalbulus maidis, a través del trabajo conjunto entre las instituciones de investigación y el sector productivo (Convenio EEAOC–AACREA NOA, Red Nacional de Monitoreo), contribuye a un mejor conocimiento y aprendizaje sobre esta problemática, permitiendo que el cultivo de maíz siga cumpliendo su rol como pilar fundamental de la sostenibilidad de los sistemas granarios del NOA.

Evaluación de curasemillas frente a Macrophomina phaseolina en poroto

Dr. Sebastián Reznikov, Sección Fitopatología EEAOC

Durante la campaña 2024/2025, se llevó a cabo una evaluación de productos curasemillas para el control de Macrophomina phaseolina en el cultivo de poroto negro (variedad Tuc 570), una enfermedad que afecta la emergencia y el vigor de las plantas en condiciones de alta presión. El estudio se desarrolló en dos modalidades: bajo condiciones controladas en Las Talitas y a campo en San Agustín, Tucumán, con inoculación artificial del patógeno al momento de la siembra.

En condiciones controladas, se probaron ocho tratamientos con diferentes combinaciones de ingredientes activos, destacándose Fiproxam, Cruiser Vibrance Maxx y Acronis por su alta eficacia. Estos productos lograron porcentajes de emergencia superiores al 95% a los 9 días después de la siembra y redujeron significativamente la severidad en raíces respecto al testigo inoculado, que presentó apenas un 15,6% de emergencia y alta severidad (4,5 en escala 1–5).

A campo, los tratamientos también mostraron mejoras significativas en emergencia, vigor aéreo y desarrollo de canopeo. Fiproxam y Cruiser Advanced fueron los más destacados, alcanzando más del 84% de emergencia a los 21 días y los mayores valores de vigor aéreo. Aunque el parámetro de canopeo no mostró diferencias estadísticas, el uso de curasemillas demostró ser una herramienta efectiva para mitigar el impacto de M. phaseolina en etapas tempranas del cultivo.

Los resultados confirman que el tratamiento de semillas es una estrategia clave en el manejo sanitario del poroto, para mejorar la implantación y sanidad del cultivo en ambientes con alta presión de enfermedad.

Experiencias de fertilización en maíz y poroto

El ingeniero Gonzalo Robledo, de la Sección Suelo y Nutrición Vegetal, presentó los resultados de los ensayos realizados en ambos cultivos, evaluando la respuesta a la fertilización bajo distintas condiciones y densidades de siembra.

En maíz, los estudios abarcaron dos campañas consecutivas (2023/24 y 2024/25). Aunque las condiciones ambientales fueron similares, la campaña 2023/24 se vio fuertemente afectada por la presión del insecto Dalbulus maidis, lo que redujo los rendimientos en más del 30% respecto de la siguiente. A pesar de ello, en ambas campañas se observaron respuestas claras al agregado de nitrógeno (N).

En la campaña 2024/25, los mayores rendimientos se obtuvieron con densidades medias y altas (D2 y D3) y una dosis de 120 kg/ha de N, con una eficiencia promedio de 27 kg de N por tonelada de grano producido. En 2023/24, los mejores resultados se lograron con D2 y 90 kg/ha de N, con 40 kg de N por tonelada de grano. Robledo subrayó la necesidad de realizar análisis económicos para determinar la rentabilidad de estas prácticas.

Respecto del poroto, se compararon dos campañas (2022 y 2025) con diferencias en la cobertura del suelo previa a la siembra: trigo con baja cobertura en 2022 y sorgo con alta cobertura en 2025. El especialista destacó el rol clave de la cobertura en la recarga hídrica del perfil y la importancia de medir la humedad del suelo al momento de sembrar.

En 2022, la respuesta se limitó al agregado de N, posiblemente por baja eficiencia en la fijación biológica del nitrógeno (FBN), sin efecto del fósforo ni de aplicaciones foliares. En 2025, solo la combinación NPS (nitrógeno, fósforo y azufre) mostró diferencias significativas respecto del testigo, sin respuesta al fósforo ni al zinc foliar. Además, no se registraron diferencias en la calidad del grano. En promedio, el cultivo extrajo 31 kg de N y 3,2 kg de P por tonelada de grano.

Robledo concluyó que, tanto en maíz como en poroto, se evidencian respuestas consistentes a la fertilización nitrogenada, aunque se requiere continuar evaluando su impacto y eficiencia, especialmente en poroto, para brindar mayor solidez a las recomendaciones de manejo.

El Proyecto Legumbres Secas (PLS) presentó en esta oportunidad los resultados de ensayos destinados a evaluar  variedades de poroto negro en el NOA.

Los ensayos fueron realizados en conjunto entre la EEOAC, el INTA Leales y INTA Salta. Uno de los principales objetivos fue iniciar la articulación de una red de ensayos  entre ambas instituciones, con el propósito de evaluar las variedades generadas por los programas de mejoramiento de poroto del NOA y, de esta manera, ampliar la cantidad de ambientes  en los que se llevan a cabo dichas evaluaciones.

Se evaluaron diez variedades de poroto negro: TUC 510, TUC 550, TUC 560 y TUC 570 (EEAOC); Leales 15, Leales 24 y una variedad experimental (INTA Leales); Cegro (INTA Salta); y Tuiuiu y Esteios de origen brasilero. Los datos aportados por INTA Leales correspondieron a las localidades de Santa Clara, en Jujuy, y Vicos, en Tucumán. En la primera localidad, el rendimiento promedio fue de 1320 kg/ha, destacándose las variedades Leales 15, Leales 24 y TUC 510, que superaron dicho valor. En cambio, en Vicos las condiciones climáticas fueron más limitantes debido a las altas temperaturas máximas y a las menores precipitaciones; en este ambiente, las variedades Esteios, TUC 510, TUC 570, Cegro y Leales 24 superaron el rendimiento promedio del ensayo, que fue de 1000 kg/ha. Por su parte, INTA Salta llevó a cabo los ensayos en la localidad de Cerrillos, donde se alcanzaron rendimientos en torno a los 3000 kg/ha, favorecidos por las condiciones agroecológicas de la zona, especialmente la altitud y la amplitud térmica. En este caso, las variedades TUC 510 y TUC 570 fueron las más destacadas, con rendimientos superiores a los 3500 kg/ha.

En cuanto al ensayo realizado por el Proyecto Legumbres Secas en la localidad de Garmendia, el cultivo se desarrolló bajo condiciones climáticas adversas, caracterizadas por altas temperaturas y prolongados períodos sin precipitaciones, a lo que se sumó que las lluvias recibidas durante el ciclo fueron de escasos milímetros. En este contexto, el rendimiento promedio del ensayo fue de 880 kg/ha, destacándose las variedades Cegro, TUC 560, TUC 510 y Tuiuiu, que superaron dicho valor.

El aporte de estos ensayos resulta de gran relevancia para el sector porotero, ya que permiten visibilizar que cada variedad encuentra ambientes donde puede adaptarse mejor y, en consecuencia, expresar su máximo potencial de rendimiento. Asimismo, los resultados mostraron que las variedades de origen brasilero no presentan ventajas significativas en términos de productividad respecto a las locales, e incluso fueron superadas en la mayoría de los ensayos.

Evaluación de híbridos comerciales de maíz y sorgo en el NOA: resultados de las redes de macroparcelas de la EEAOC

El ingeniero Franco Scalora, del Proyecto Trigo, Maíz y Sorgo de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), presentó los resultados de la Red de Macroparcelas de Maíz y Sorgo, ensayos que la institución lleva adelante en distintos puntos del NOA para evaluar el comportamiento agronómico, sanitario y productivo de los híbridos comerciales adaptados a la región.

El objetivo de estas redes es generar información útil para productores y técnicos, aportando herramientas que orienten la elección de híbridos en función de las condiciones ambientales y los desafíos sanitarios de cada zona.

Durante su exposición, Scalora realizó primero una revisión de los rendimientos promedios obtenidos en los últimos ocho años en la red de maíz, destacando dos campañas particularmente afectadas: la 2022/23, con una importante caída de rendimientos por la fuerte presión climática, y la 2023/24, marcada por los daños del complejo de achaparramiento del maíz, transmitido por el insecto Dalbulus maidis.

En la última campaña, la red estuvo conformada por 31 híbridos provenientes de 18 empresas semilleras, distribuidos en 10 localidades del NOA, desde General Mosconi y Olleros (Salta) hasta Los Altos (Catamarca) y Frías (Santiago del Estero). Los rendimientos variaron ampliamente según el ambiente y manejo, como ser fecha de siembra, con valores que no superaron los 2.700 kg/ha en Burruyacu (Tucumán) y Nueva Esperanza (Santiago del Estero), y valores de 9.100 kg/ha en Los Altos, donde la siembra se realizó el 14 de enero.

Entre los materiales con mejor desempeño se destacaron BASF 7339, DK 7612, ADV 8066, Aguaray, DK 7702 e IS 724, entre otros. En cuanto al comportamiento sanitario frente al achaparramiento del maíz, no se registraron diferencias marcadas entre híbridos debido a la baja incidencia del insecto vector en las etapas críticas del cultivo.

La presentación también incluyó los resultados de la Red de Macroparcelas de Sorgo, que viene mostrando una tendencia positiva en rendimientos durante los últimos tres años. En la campaña más reciente, los ensayos se establecieron en tres localidades: San Agustín (Tucumán), con un promedio de 5.683 kg/ha; Isca Yacu (Santiago del Estero), con 3.822 kg/ha; y La Cocha (Tucumán), con 4.606 kg/ha.

Se evaluaron 23 híbridos (20 graníferos y 3 de doble propósito) pertenecientes a ocho empresas semilleras. Entre los más destacados se mencionaron Tacurí DP (Peman), Tob 1078 IG y Tob 63 T (Tobin), 70-G70 (Soytech), ADV G2550 IG AX (Advanta) y Malón (Argenitics).

Scalora concluyó que los resultados de estas redes confirman la importancia de una adecuada elección de híbridos, ya que su comportamiento productivo puede variar significativamente según el ambiente. La continuidad de estos ensayos permite contar con información confiable y comparativa, clave para sostener la competitividad y la eficiencia productiva del maíz y el sorgo en el NOA.

Importancia del manejo de malezas en los cultivos de rotación

La Sección Manejo de Malezas de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) hizo su aporte a esta jornada con la presentación de estrategias comunes y diferenciales para el manejo de malezas en maíz y porotos, a cargo del Lic. Sebastián Sabaté. Durante la exposición, Sabaté destacó que el barbecho prolongado y las condiciones variables del clima en el NOA —con altas temperaturas, períodos secos y lluvias irregulares— complican la planificación de los manejos y favorecen la proliferación de malezas resistentes o tolerantes durante el largo período de barbecho tanto en maíz como porotos. Entre las especies más problemáticas mencionó gramíneas como pasto ruso, Chloris, Eleusine y Echinochloa, y latifoliadas como Amaranthus resistentes, Borrerias y yuyo cubano.

El especialista remarcó que, a pesar de las diferencias entre ambos cultivos, existen varias estrategias y principios comunes que pueden aplicarse tanto en maíz como en porotos para mantener los lotes limpios y facilitar el control posterior. Entre ellos se destacan el uso de barbechos efectivos en esta época, combinando glifosato con hormonales, y la incorporación de herbicidas residuales selectivos como flumioxazin, s-metolacloro, terbutilazina, piroxasulfone o metribuzin, que permiten extender el período de control previo a la siembra. La aplicación sobre suelos húmedos y sin malezas activas es condición fundamental para maximizar la eficacia de los productos y evitar fallas en el control.

Sabaté subrayó que el manejo anticipado de malezas en barbecho es clave para reducir la competencia inicial del cultivo y prevenir escapes difíciles de controlar durante el ciclo. “Las decisiones que se tomen ahora determinan en gran medida el costo y la eficacia del manejo en las próximas campañas”, señaló.

Por último, destacó la importancia de la rotación de cultivos y la intensificación de los sistemas agrícolas mediante la inclusión de cultivos de cobertura o de servicio, que ayudan a reducir la emergencia de malezas, proteger el suelo y mejorar la sostenibilidad del sistema productivo.