En lo que va de la campaña 2022/2023 los cañaverales tucumanos están siendo afectados por precipitaciones insuficientes y la persistencia de altas temperaturas. Según un informe realizado por la Sección Agrometeorología de la EEAOC, durante el período que va de julio del año pasado a febrero de este año, las lluvias tuvieron una distribución muy heterogénea; con acumulados que, en general, estuvieron sustancialmente por debajo de los valores normales. Además, el informe destaca que el verano 2023 es el más caluroso de los últimos 60 años a nivel país.
El estrés hídrico y las altas temperaturas producen en el cañaveral alteraciones que afectan la expansión foliar y el desarrollo radicular, lo que limita la absorción de agua y de nutrientes y la actividad fotosintética, factores que restringen severamente el crecimiento. El grado de daño depende de la intensidad, de la duración y de la oportunidad del estrés sufrido por el cultivo, y puede ocasionar la muerte de las cepas.
“Bajo este contexto, y al acercarse la época recomendada para la aplicación de maduradores químicos con el fin de mejorar la calidad de la materia prima en los inicios de la zafra, la decisión de aplicar o no estos productos implica una decisión compleja”, afirmaron Fernanda Leggio y Eduardo Romero, técnicos del subprograma Agronomía de la Caña de Azúcar de la Eeaoc.
No existen reportes a nivel mundial sobre la posibilidad de resultados efectivos de su empleo en cañaverales afectados por estrés hídrico y térmico, y los riesgos que implicaría hacerlo en estas circunstancias se destacan más aun al repasar los criterios con los que se seleccionarían los lotes a aplicar en condiciones normales.
Al tratarse de productos herbicidas, aunque los mismos se apliquen en dosis bajas, es una exigencia fundamental para el buen uso de esta tecnología que el cultivo se encuentre en buenas condiciones de crecimiento con el fin de no generar una situación de estrés adicionalque puedan potenciar sus efectos y perjudicar el follaje y comprometer el rebrote de la cepa en el ciclo siguiente.
Se debe tener en cuenta que:
La maduración química, al tratarse de una tecnología que busca modificar las condiciones naturales de maduración de la caña de azúcar sin afectar la capacidad productiva del cultivo, requiere de grandes exigencias de planificación y aplicación. Por lo tanto, por los altos riesgos que su uso implicaría en la presente campaña, el Subprograma Agronomía de la EEAOC no considera conveniente la utilización generalizada de esta tecnología en el área cañera de Tucumán en esta campaña.
Síntomas causados por los productos graminicidas utilizados como maduradores químicos