La falta de lluvias complica a los cultivos de granos en general

Fuente: EEAOC, publicado en La Gaceta 18 de febrero de 2023

Continúa manifestándose una campaña estival muy difícil para los cultivos de granos en general. Fundamentalmente está generada por la escasez de lluvias y las elevadas temperaturas que se vienen sucediendo desde el inicio del ciclo de verano (incluso con anterioridad en algunos casos). Lo confirma el informe elaborado por la sección Agrometeorología de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) publicada en este mismo suplemento que indicaba que, como consecuencia de la irregularidad de las lluvias en el bimestre diciembre 2022 – enero 2023, los valores registrados en ese periodo -especialmente el sector norte y este de la llanura de la provincia- fueron marcadamente inferiores a los valores de referencia. Mientras tanto en la zona central y sur del pedemonte, las lluvias superaron los valores normales. A esto lo afirmó Fernando Ledesma, técnico del Programa Granos de la Eeaoc.

Debido a esto, los cultivos de granos fueron afectados por falta de agua, con perfiles de suelo que no lograron reponer la humedad a niveles óptimos. Si bien las precipitaciones permitieron, en la mayoría de los casos, siembras de estación, las extremas temperaturas atentaron contra un normal desarrollo de los cultivos.

En el caso de la soja, durante el ciclo vegetativo, las plantas no lograron alcanzar la estructura necesaria para conseguir los máximos potenciales, ya que fueron afectadas por las condiciones ambientales adversas y por tasas de crecimiento bajas. Se observan, por ejemplo, entrenudos más cortos; así quedan plantas de menor altura que en muchas situaciones no pudieron o escasamente lograron cerrar los entresurcos.

Si bien las últimas lluvias (fines de enero y principio de febrero) trajeron alivio y permitieron mejorar las condiciones, no fueron suficientes y se sucedieron con nuevos períodos marcados por la sequedad y las extremas temperaturas. Pero en este caso, agravado por el estado fenológico de la soja, que según fechas de siembras, se encuentra en etapas reproductivas que se consideran críticas para alcanzar buenos rindes, debido a la gran demanda hídrica. Esto generó pérdidas de hojas basales, flores y vainas, y afectó el llenado de semillas (para las sojas de ciclos más precoces y de fechas tempranas).

El maíz, todavía en etapas vegetativas por sus fechas de siembras, también está muy estresado y afectado por la situación climática.

En todas las localidades de la provincia, la diferencia entre los registros hídricos actuales y los históricos se encuentran desde un 25% a más de 50% por debajo de lo normal. Las localidades del este y del centro son las más afectas, mientras que el sur de la provincia y las zonas pedemontanas, presentan situaciones menos críticas por haber recibido mejores precipitaciones. El almacenaje de agua también registra valores muy reducidos; y en algunas localidades del este (Monte Redondo por ejemplo), con su valor histórico más bajo de almacenaje.

El manejo

Como es habitual, y especialmente en años difíciles, el manejo de los campos se hace sentir en el estado de los cultivos. En ese sentido, los productores vienen trabajando para realizar manejos sustentables en sus campos. Aquellos lotes que fueron rotados con gramíneas, implantados con cultivos antecesores de cobertura, con buen control de malezas y otras prácticas recomendadas, son los que mejor están resistiendo la actual situación.

En el aspecto sanitario, si bien la presión fue menor a lo habitual, se destaca la presencia de arañuela en el cultivo de la soja. Plaga que suele aparecer frente a condiciones de estreses, pero que en esta oportunidad se muestra con niveles mayores.

Por estos motivos, es crucial la ocurrencia de nuevas lluvias y que las mismas se repitan con frecuencia para acompañar el ciclo de los cultivos. ’

En lo que respeta a los cultivos de caña de azúcar se puede decir que esta irregularidad de lluvias también los afectó en su etapa inicial de brotación y durante estos meses de verano. Pero todavía no se pueden hacer evaluaciones de pérdidas de rendimiento, ya que es muy temprano y los cultivos están en etapa de pleno crecimiento. Queda aún mucho tiempo para que los cañaverales continúen creciendo, manifestó Jorge Scandaliaris.