XVI Taller de Híbridos de Maíz de la EEAOC

PROGRAMA CUMPLIDO

El jueves 19 de octubre se llevó a cabo el XVII Taller de Híbridos de Maíz, organizado por el Proyecto Trigo y Maíz, en las instalaciones de la EEAOC . Aproximadamente  150 personas participaron de las diversas exposiciones que desarrollaron técnicos de las diferentes disciplinas y los invitados de las empresas ACA y DOW.

La apertura estuvo a cargo del coordinador y Jefe de la Sección Granos de la EEAOC, ingeniero Mario Devani y del  coordinador del Proyecto, ingeniero Daniel Gamboa.

El ingeniero Devani  remarcó la importancia de este taller dentro de las actividades que lleva a cabo el Programa Granos y agradeció la colaboración de los auspiciantes, el personal de la EEAOC, los responsables de las macroparcelas y de todos los  medios de comunicación presente. Destacó, además, la presencia de los expositores invitados , quienes se refirieron a la fertilización del maíz y las prácticas pertinentes para lograr un óptimo  desarrollo de ese cultivo en nuestra región.

A su turno, el ingeniero Gamboa destacó el aporte desde las diferentes secciones de la EEAOC durante la jornada, además agradeció la participación de los disertantes invitados. “Quiero darles una especial bienvenida a los expertos que hoy nos acompañan, el Dr. Sergio Uhart, asesor de Dow, quien tiene muchas experiencia en el manejo de maíz en el norte,  y la ingeniera Amancay Herrera, jefa del laboratorio Sueloferltil de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), con un tema que nos parece sumamente importante para el Noa y que queríamos abordar desde hace tiempo, como es el de la fertilización”, recalcó el Ing. Gamboa.

La ingeniera Herrera (ACA) subrayó que “cada vez es más importante la  fertilización en el cultivo del maíz”. “La idea es apuntar mínimamente a los nutrientes principales como son el nitrógeno, el fósforo y el azufre y, además, de otro nutriente -cuya deficiencia está muy generalizada- como es el zinc. Por supuesto que todo tiene que presentar  un buen diagnóstico basado en los  análisis de suelo, para así poder realizar una recomendación exitosa”, puntualizó la profesional. Respecto a esto, sostuvo que “claramente la fertilización estratégica podría ayudar a disminuir las brechas de rendimiento en maíz. “Esto sucede porque a veces no se conoce qué nutrientes tenemos en el suelo y cuánto le está faltando; o en realidad si se sabe, solo que no se pone en práctica este proceso”, reflexionó. Destacó asimismo la necesidad de analizar los beneficios a largo  plazo. “Hay que realizar un enfoque del sistema en su conjunto para ver las ganancias; es decir, no analizarlo solo desde el cultivo que se va a fertilizar en esta campaña, sino también de la rotación.  Es necesario fertilizar la rotación y que ésta a su vez sea balanceada; eso nos va a ayudar a que tengamos mejor rentabilidad”, recomendó.

“Para cada nutriente hay un momento óptimo para fertilizar. Por ejemplo, en nitrógeno puede ser hasta V6; el fósforo en  tanto, como es un nutriente que se fija en el suelo, puede ser anticipado o a la siembra.  También es importante remarcar que hay una alta respuesta de azufre en maíz, en diferentes zonas de producción pero habría que chequear en la nuestra  . Por último, en cuanto al zinc -que es un microelemnto- es muy poco lo que necesita y lo recomendable es aplicarlo en fertilizantes de mezcla química, y que cada gránulo contenga ese nutriente para que esté uniformemente distribuido en el suelo”, detalló la experta..

Para sintetizar, Herrera resaltó tres puntos importante: “la generación de información técnica debe ser validada a cada condición, localidad y objetivo de producción; el análisis de suelo es una herramienta tecnológica disponible para tomar decisiones de alto costo y las fertilizaciones balanceadas nos acercan a mayores rindes y mayor rentabilidad”.

Por su parte el Dr. Uhart, experto de la empresa  Dow,  presentó un análisis de las condiciones ambientales que influyeron sobre el rendimiento de maíz en la campaña 2016-17, e hizo hincapié en el vertiginoso incremento en la demanda de alimentos a nivel mundial, lo que motiva aún más la  necesidad de mejorar los rendimientos en los cultivos.

“Por una parte hay un gran desafío de crecer y abastecer los mercados. En el 2050, si no hay cambios importantes, vamos a ser alrededor de 10.000 millones de habitantes a quienes hay que alimentar. No obstante, el panorama actual generado por los cambios climáticos: fuerte precipitaciones que provocan inundaciones o las sequias extremas, nos exige tratar de ser cada vez más eficientes en la producción agrícola”,  manifestó el profesional.

Durante su disertación Uhart presentó datos de los cultivos en Argentina que mostraron el bajo rendimiento que experimentó el maíz en los últimos 15 años, “inclusive también en soja, la tasa de rendimientos ha decaído”. “Esto nos muestra que estamos en el camino inverso, con lo cual es aún mayor el desafío”, reflexionó.

Si bien señaló que la superficie del cultivo no puede incrementarse mucho más de un 9%, “la propuesta está en aumentar el rendimiento pero en cuanto a los pisos de producción y no tanto los techos. “Cada vez hay que buscar tener más tolerancia a los distintos tipos de estrés abiótico y de esa manera ir mejorando los rendimientos promedios. Esto realmente es un desafío porque está directamente vinculado a la mayor utilización de insumos, y lo que buscamos es realizar producciones más eficientes y con menos productos”, remarcó. En ese aspecto, el experto exhibió ejemplos de cómo se puede lograr un salto cualitativo en la eficacia de los recursos, realizando un mejoramiento genético y efectuando, en conjunto, una combinación de una o dos  prácticas agronómicas. El especialista analizó el uso de las mejores técnicas para alcanzar rendimientos compensatorios en la región Noa. Opinó que  mejorando el uso de los recursos se puede lograr saltos de pendientes importantes y pasar a una curva superior con el uso racional de las tecnologías disponibles. “Vemos cómo en algunos lugares con la misma cantidad de agua y de nitrógeno estamos produciendo más kilogramos  de granos por unidad de área”, afirmó. Agregó que “muchas veces tomamos un camino equivocado, por lo menos en parte, ya que nos ocupamos de alguna variable aislada  y descuidamos otras; o sea, si colocamos mucho nitrógeno y tenemos muy bajas densidades, la respuesta va a ser menor, al igual que a la inversa, si ponemos altas densidades y descuidamos el nitrógeno”.

El especialista ponderó la importancia del conocimiento como “la llave para poder avanzar” y enfatizó en la necesidad de trabajar en red. “Hay mucha información disponible; hay que comenzar a trabajar en redes. Vimos como  hay muchos datos del pasado que están mostrando cuáles son los caminos – como en los ejemplos que mostré de los grupos Crea, Los Gatos, entre otros- quienes han analizado bastante bien las brechas de rendimientos. Trabajar en red va a permitir que se pueda avanzar más rápido y alcanzar el desarrollo deseado”, aseguró el experto.

Análisis por secciones

La Sección Granos,  tuvo bajo su responsabilidad la presentación de los resultados obtenidos de la Red de Macroparcelas de maíz del NOA. Consistió en 8 macroparcelas, 4 pertenecientes a la provincia de Tucumán, dos pertenecientes a Salta, una a Santiago del Estero y otra a Catamarca. Entre los análisis se destacó el ajuste de regresión lineal que permite analizar el comportamiento del hibrido en los diferentes ambientes. Fueron observados los híbridos de empresa Pioner P 2089 y P 32R48, de la empresa Syngenta SYN 126, de la empresa Dow DS 510, de semillero Nidera AX 7822, de la empresa Forratec DUO 28, de la empresa Alianza ACIS, de La Tijereta LT 795 y de la empresa Don Mario DM 2772. Estos fueron los híbridos observados pero se presentó información de todos.

Se realizó un análisis por estabilidad, donde se mostró mediante tablas los rendimientos de diferentes híbridos, calificándolos en estables y adaptables: los estables acompañan los cambios ambientales proporcionalmente, y los adaptables son aquellos que aumentan considerablemente su respuesta a la calidad ambiental. Se analizó también el comportamiento de los híbridos por el índice relativo porcentual que relaciona el rendimiento del híbrido con respecto al rendimiento promedio del ensayo. También en ese caso se determinaron los peores y mejores ambientes.

Se definió el comportamiento de los diferentes híbridos en los ambientes por análisis de GGE biplot, que permite observar el comportamiento de los diferentes híbridos en función de la presión ejercida por el ambiente. De esa manera se definieron híbridos de adaptación amplia y otros que se desempeñan bien en ambientes específicos. En base a esto se recomendaron los híbridos que en esta campaña presentaron mejor comportamiento.

También se analizaron los comportamientos de los eventos transgénicos disponibles en el mercado en las ultimas 3 campañas, destacándose los triple apilados (Víptera, PW y Vt3pro) sobre el resto. Asimismo se comparó  estos eventos con respecto al daño de insectos en espiga que mantuvieron un comportamiento relativo parecido, destacándose el evento Víptera.

Finalmente se presentaron datos de ensayos de brecha de rendimiento donde se observó los diferentes comportamientos obtenidos en los híbridos evaluados en cuanto a uso de mayor tecnología en los mismos. Con ésta información se brindó datos suficientes a los productores para realizar una correcta elección del híbrido.
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Desde la Sección Semillas, la ingeniera Cynthia Prado mostró la presencia de granos dañados observados en híbridos de maíz durante la campaña 2017.

El objetivo del ensayo fue determinar mediante observación macroscópica del grano, el porcentaje en peso de grano dañado por Fusarium spp. en híbridos de maíz  procedentes de 8 localidades: Overo Pozo, El Verde, Olleros, El Abra, Mosconi,  Burruyacú, La Virginia, Tala Pozo.

De la observación macrócopica o visteo de los granos, de todos los híbridos participantes en el ensayo, se concluye que la presencia de granos dañados por F. graminearum fue menor que la presencia de granos daños de por F. verticillioides (promedio gral. de Fusarium graminearum 3.6 % vs Fusarium verticilliodes 7.6 %).

Considerando los ambientes evaluados El Abra, Mosconi y El Verde mostraron los mayores valores de grano dañado en promedio.

Del análisis por ciclo de los híbridos, se observó que los templados presentaron mayores porcentajes de granos dañados, seguidos de las mezclas y por último los tropicales.

Finalmente, al comparar los eventos testeados, los híbridos que presentaron Víptera y VT Triple PRO, mostraron menores valores promedio de granos dañados, en la presente campaña.
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La Sección Economía  -integrada por las ingenieras Daniela Pérez, Virginia Paredes y Graciela Rodriguez-  presentó los resultados de la encuesta de fin de campaña que  realiza todos los años desde 2002 y también un análisis de costos para el período 2007-2017.

Los objetivos de la encuesta son estimar un rinde promedio para Tucumán e identificar problemas y manejos frecuentes realizados durante el ciclo productivo.  Los resultados 2016/17 indicaron un rinde promedio para la provincia del orden de las 6,2 t/ha.  Además se observó que los productores eligieron los materiales a sembrar utilizando más de un criterio, pero el que prevaleció en un 30% de los encuestados fue la sangre del híbrido, seguido por el rinde con un 28% y la calidad de grano y evento con un 21%. También se observó que los eventos elegidos para la siembra fueron VT3PRO en un 58%, Power core 17%, híbridos convencionales 12%, Viptera 9% y Leptra 3%. Un 64% de los encuestados realizó refugio y el 64% de respuestas indica que las empresas a las que compraron la semilla fueron quienes les proveyeron la semilla para los refugios. En cuanto a la sanidad, un 55% de los encuestados indicó que tuvieron problemas con el control de malezas y un 45% con enfermedades en planta o espiga. En lo referido a insectos, en un 60% de la siembra con maíz convencional se efectuaron entre 1-2 aplicaciones, en un 26% más de dos y en un 12% no se realizó ninguna. Por su parte en el maíz con evento el 50% realizó una aplicación y el  38% ninguna.  Finalmente en lo referido a fertilización nitrogenada las respuestas indicaron que un 32% fertiliza según la zona, 24% lo hace según el precio del maíz, el 23% fertiliza siempre, un 13% según el híbrido y un 8% nunca.  En cuanto al análisis de suelo para determinar la necesidad de fósforo, el 40% lo realiza cada más de tres años.

Costos y márgenes: se mostró un análisis de costos, ingresos, y renta que abarcó el período 2007-2017.  El mismo se hizo comparando el rendimiento de indiferencia (toneladas necesarias para cubrir costos) vs el rinde promedio de cada campaña.  Con el índice se construyó una escala y un semáforo, así a las diferencias negativas entre el rinde de indiferencia y el promedio de campaña se  asignó coloración naranja o roja, a valores en el punto de equilibrio color amarillo y a las diferencias positivas coloración verde. Los costos se determinaron considerando los manejos técnicos más frecuentes en cada campaña y los precios del grano promedio de los meses finales del año de cosecha. Se observó que en ese período de 10 años el indicador para la producción en tierras propias se ubicó mayormente en el área verde, mientras que la producción en arriendo se ubicó mayormente en zonas amarillas o rojas.

En cuanto a la estimación de costos para la campaña que viene, el gasto de barbecho a cosecha, considerando un maíz híbrido, con los cuidados sanitarios adecuados y fertilizado con nitrógeno y fósforo, se ubicaría entre 450-550 USD/ha, incluyendo un gasto de administración de 100 USD/ha estimado para 1000 has. Considerando un precio esperado de 150 USD/t y un gasto de flete de 50 USD/t de maíz, para la cosecha 2018 el rinde de indiferencia tendría un rango de 4 a 5,5 t/ha para la producción en tierras propia y de 5 y 7 t/ha para la producción en arriendo.

Para finalizar la presentación se hizo referencia a la necesidad de incrementar la mirada sistémica del sistema y de medir y cuantificar asignando en lo posible un valor económico a los servicios del agroecosistema: efecto de las rotaciones y sucesiones de cultivos en la regulación de plagas, en el almacenaje de agua, en la fertilidad físico química del suelo, en los flujos de nutrientes y energía. También se buscó cuantificar el impacto ambiental de las prácticas de manejo para seleccionar las  que sean más amigables con el ambiente. En este sentido se determinó el margen bruto y la relación margen bruto/costo como indicador de rentabilidad para monocultivo de soja y 10 secuencias de diferentes combinaciones de cultivos de granos que incluían: soja, maíz, trigo, garbanzo y coberturas centeno y vicia. Se observó que aquellas que incluían maíz presentaban una relación superior al 24%, mientras que en las que no lo hacían, la relación estaba por debajo del 20%, salvo en la sucesión soja/garbanzo. En este último caso no estaba contemplada la valoración de los efectos negativos que en el largo plazo esta secuencia puede ocasionar (proliferación de plagas, extracción de nutrientes, así como la menor cobertura) por tratarse de dos leguminosas con alta extracción de fósforo y relación C/N de rápida mineralización.
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Desde la Sección Fitopatología, la ingeniera Catalina Aguaysol, presentó una evaluación de las enfermedades foliares e incidencia de Fusarium spp. en granos de maíz, durante la campaña 2016/2017

La evaluación de enfermedades foliares a campo se realizó en tres fechas después del estado fenológico de floración del cultivo. Se evaluaron veintitrés híbridos entre tropicales, templados y mezclas ubicados en la macro parcela de Overo Pozo, Localidad de San Agustin, departamento Cruz Alta, provincia de Tucumán. Se obtuvieron como resultados los valores promedios de severidad para cada grupo y para cada fecha.

La enfermedad prevalente fue tizón del maíz causada por Exserohilum turcicum.  Se obtuvieron valores promedios de severidad para la última fecha evaluada de 72% para grupos de híbridos  templados, 37% para mezclas y 16% para los tropicales.

La roya polysora (Puccinia polysora)  y mancha gris (Cercospora zeae maydis) presentaron lo menores valores promedios de severidad del 1% y 5% respectivamente para esta localidad.

La incidencia de Fusarium spp. en granos se realizo en ocho macro parcelas ubicadas en Gral. Mosconi y Las Lajitas en la Provincia de Salta; Burruyacú, Tala Pozo, Overo Pozo y La Virginia en la Provincia de Tucumán; El verde en Santiago del Estero y El Abra en la provincia de Catamarca. La metodología utilizada fue la patología de semilla en medio de cultivo agar papa glucosado con incubación durante siete días a 26±2ºC.

Los  valores promedios máximo para los grupos de híbridos tropicales fueron de 32% de F. verticillioides en la macro de El Abra y  18% de F. graminearum en todas las macro parcelas a excepción de  Overo Pozo con 28% y 25% para El verde.

Para los híbridos mezclas los valores promedios de incidencia de F. verticillioides fueron de 49% para la macro de Burruyacú y  14% de F. graminearum para todas las macro parcelas a excepción de El verde con 25%.

Por último, los híbridos templados presentaron  los valores promedio de incidencia para F. verticillioides  de 47% para  la macro parcela de Gral. Mosconi y Burruyacú y de 20% de  F. graminearum para todas las macro a excepción de El verde con 35%.

También, se evaluó la incidencia de Diplodia sp. en granos con valores promedios de 8% para la macro de La Virginia, 6% para  Tala Pozo y las demás estuvieron con valores menores a un 3%.
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Desde la Sección Suelos y Nutrición Vegetal, el ingeniero Gonzalo Robledo presentó un análisis de la fertilización realizada en maíz en la 2016-2017.

En la provincia de Tucumán, durante la última campaña, la superficie destinada a la producción de granos fue de 269.000 Ha aproximadamente, de las cuales, 65.200 Ha fueron ocupadas por  el cultivo de maíz, lo que significa un 24% del área total productora de granos de la provincia. Este porcentaje de rotación, considerado bajo, y la insuficiente reposición de nutrientes ha provocado la degradación física, química y biológica de los suelos. La degradación química de los suelos, se traduce principalmente en importantes pérdidas de materia orgánica (MO) y fosforo (P).

La necesidad de nutrientes por parte del cultivo de maíz es aproximadamente 19 kg/ha de N y 8 kg/ha de P2O5 por cada tonelada de grano producido, lo cual significa que para producir 6.000 kg/ha de granos se necesitan 115 kg/ha de N y 48 kg/ha de P2O5 aproximadamente. Estas necesidades deben ser cubiertas por el aporte que hace el suelo y por el agregado de fertilizantes.

Nitrógeno: A modo de ejemplo, un suelo que contiene 2% de MO puede aportar al cultivo aproximadamente 50 kg/ha de N en nuestras condiciones. Esto significa que se debería fertilizar con 65 kg/ha de N (equivalente a 140 kg/ha de Urea aproximadamente), si los rendimientos esperados son los descriptos anteriormente. Las dosis recomendadas de N dependen del contenido de MO de los suelos y los rendimientos esperados por parte del cultivo.

En cuanto al momento de aplicación, lo que se recomienda es realizarla hasta seis hojas verdaderas (V6) del cultivo, momento en el cual presenta la mayor demanda de N. Considerando de gran importancia dividir la dosis para aumentar la eficiencia de los fertilizantes nitrogenados: 30% a la siembra y el 70% restante hasta V6.

El cultivo antecesor también es muy importante a la hora de realizar la fertilización en el maíz. Ensayos llevados a cabo por la Sección Suelos y Nutrición Vegetal demuestran el aporte nutricional que realizan los distintos cultivos de cobertura (CC) al sistema de producción de granos en nuestra región. De esta manera, resultados obtenidos por la implantación de una leguminosa como CC durante el invierno nos han demostrado que aportan entre 18 – 20 kg/ha de N orgánico por cada tonelada de materia seca producida.

Fósforo: El valor crítico de P (Bray I) en el suelo por debajo del cual el cultivo de maíz tiene altas probabilidades de responder a la fertilización es de 13 ppm. En este sentido, una dosis recomendable seria de 45 kg/ha de P2O5 (100 kg/ha de Superfosfato Triple de Calcio aproximadamente). Cabe destacar que esta dosis recomendada es sola considerando la extracción por parte del  cultivo. Por arriba del valor crítico de P en suelo las probabilidades de respuesta son muy bajas.
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La Sección Sensores Remotos y SIG,  presentó la un informe de la dinámica de la rotación soja/maíz en las últimas campañas y un estudio de los cultivos antecesores del maíz cultivado en la campaña 2016/2017.

Los datos que arroja el informe son:

-En la última campaña se sumaron alrededor de 12.000 nuevas hectáreas de maíz al sistema.

-Considerando la serie 2008/2009 – 2016/2017, del total de lotes con maíz, el 67% de la superficie fue sembrada con este cultivo en sólo uno o dos años y el 33% lo fue en tres o más años.

-En cuanto al historial de lotes con maíz en la campaña 2016/2017, el 42% de la superficie fue sembrada con maíz en uno o dos años, presentando un 14% de los lotes cultivado con maíz por primera vez; y el 58% de la superficie fue sembrada con maíz en tres o más años.

-En cuanto a los cultivos antecesores de invierno, se destaca que el 47% de los cultivos de maíz tuvo antecesor trigo; en tanto, un 9% de los lotes maiceros se sembraron sobre garbanzo.

-En los cultivos de verano, el maíz se sembró un 80% sobre soja, un 8% en antecesor maíz y un 1% con antecesor caña de azúcar.
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La Sección Agrometeorología  presentó una evaluación de las condiciones agrometeorológicas en relación al cultivo de maíz de la presente campaña, utilizando un nuevo método denominado “IETHR” (Índice de Eficiencia Termo-Hídrica-Radiativa). Se comparó las condiciones de dos localidades: Monte Redondo, ubicada en el sector norte y Casas Viejas, en el sector sur del área maicera.

Entre las consideraciones finales de este periodo se destacó que:

-El inicio de la campaña 2016-17 mostró condiciones difíciles, particularmente en los meses de diciembre y enero para los índices de eficiencia térmica (IET), hídrica (IEH) y termo-hídrica-radiativa  (IETHR), vinculados a la escasez de precipitaciones.

-El índice de eficiencia radiativa (IER)  mostró una franca caída desde la primera década de marzo hasta la segunda década de abril (50 días).

-Casas Viejas mostró condiciones térmicas e hídricas más favorables que Monte Redondo prácticamente en todo el ciclo.

-Los valores del IER fueron similares para ambos sitios, en la mayor parte del ciclo con pequeñas diferencias hacia fines de marzo y principios de abril.
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