El período de heladas se inició de forma temprana este año. El 29 de mayo se registraron heladas de intensidad leve que afectaron casi toda la provincia, a excepción de la zona central del pedemonte. A partir de entonces, se sucedieron varios episodios de heladas cuya intensidad y frecuencia variaron según la geografía de Tucumán. De esta manera arranca el reporte elaborado por Jorge Forciniti, de Agrometeorología, y María Fernanda Leggio Neme, de Agronomía de Caña de azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).
Se trata de un informe preliminar sobre las heladas meteorológicas en el período que va desde el 1 de mayo hasta el jueves último. El diagnóstico sirve para observar el comportamiento del clima en los principales cultivos de la provincia, así como el impacto que tuvieron las bajas temperaturas.
En el pedemonte, donde predomina la actividad citrícola, las heladas fueron de intensidad leve y breve duración hacia el centro y norte, y de intensidad leve a moderada hacia el sur, con temperaturas mínimas que oscilaron entre -0,2 °C y -2,9 °C, expresan los investigadores de la Estación Experimental.
En el sector sur, en varias localidades se registraron temperaturas por debajo de -2 °C, con heladas que acumularon alrededor de 20 horas en un lapso de seis a siete días.
“Entre el 29 de mayo y el 3 de julio, el área cañera experimentó entre uno y nueve eventos de heladas, con registros de hasta -3,6 °C en el departamento Leales. El análisis horario indica que los sectores más afectados fueron el este del departamento Cruz Alta, así como Leales y Graneros, donde se superaron las 35 horas bajo 0 °C y se alcanzaron heladas de intensidad moderada”, detalla el trabajo del organismo de investigación agrícola.
En el departamento Burruyacú, en cambio, las heladas fueron en su mayoría de carácter leve, con duraciones que generalmente no superaron las 5 horas.
En 2024, durante el mismo período, se habían producido heladas meteorológicas en el extremo este de la provincia durante el mes de mayo, en su mayoría de intensidad leve. Asimismo, en junio y en los tres primeros días de julio se habían registrado heladas leves en el pedemonte y la llanura tucumana, junto con algunos eventos moderados en el oeste de Santiago del Estero.
Si bien todavía es prematuro realizar una estimación sobre los daños que podrían provocar las heladas registradas en cuanto a la disponibilidad de materia prima, resulta clave monitorear la evolución de las condiciones ambientales en las próximas semanas, particularmente las temperaturas, las precipitaciones y la ocurrencia de quemas, alertan Forciniti y Leggio Neme. Asimismo, la Estación Experimental advierte sobre la importancia de realizar un seguimiento cuidadoso sobre el estado general de las yemas de la caña destinada a semilla, las cuales pueden ser afectadas por efecto de las bajas temperaturas.